NOTA- La fotografiá que acompaña esta entrada la ha realizado FRANCISCO NEGRONI (no te pierdas su gran trabajo!!)

La erupción del Volcán Calbuco (sur de Chile) nos esta dejado imágenes impresionantes, entre las que destaca sin duda el enorme cumulonimbo que se formo sobre el volcán durante la erupción, esta nube volcánica llegó a alcanzar una altura de unos 15 kilómetros y unas dimensiones horizontales espectaculares (basta ver las fotos del “yunque” en la cima de la foto que se expande de forma casi increíble).

En este momento es casi imposible no echar un vistazo a uno de los timelapse más virales de esta erupción realizado por RODRIGO BARRERA

Aparte de la enorme magnitud de estas nubes, llama poderosamente la atención la presencia de fenómenos eléctricos en su interior (quizás sean las fotos más espectaculares y compartidas). Así que en este blog es casi un placer enseñar algunas de estas instantáneas y contar (o al menos “enlazar”) algo sobre las “tormentas volcánicas”. Rastreando el tema hemos encontrado algunos artículos curiosos, fruto de los cuales nace esta entrada en el blog.

Volcán Calbuco antes y después de la erupción del 23 abril 2015. Fuente NASA.

Volcán Calbuco antes y después de la erupción del 23 abril 2015. Fuente NASA.

ALLÁ VAMOS !!

Para empezar debemos hablar de los pyrocúmulos (que son tanto las nubes que se asocian a grandes incendios como estas nubes volcánicas), pueden llegar a competir en dimensiones con las “supercélulas” de tormentas que, por ejemplo, podemos encontrar el medio oeste de Estados Unidos (esas que nos hacen pensar en cazatornados o en el Mago de Oz ;-).

Un rayo es “simplemente” (o no tan simple) la manera que tiene la naturaleza de corregir un desequilibrio de cargas eléctricas. Si esta “corrección” se realiza entre o dentro de una nube (sin tocar tierra), en vez de tratarse de un rayo estAremos hablando de un relámpago (¿vale?).

Erupción del Volcán CALBUCO (23/4/2015). Foto de FRANCISCO NEGRONI

Erupción del Volcán CALBUCO (23/4/2015). Foto de FRANCISCO NEGRONI

Los “relámpagos volcánicos” llaman poderosamente la atención, ya que (afortunadamente) son mucho menos frecuentes que los asociados a tormentas ordinarias.

De forma muy general en una nube de tormenta nos podemos encontrar con algunas zonas cargadas positivamente mientras que otras presentan carga negativa. Esta separación de cargas (disociación eléctrica), proviene de la fricción y colisión entre las partículas de la propia nube (por ejemplo en las tormentas “ordinarias” se trata gotitas de agua, que ascienden en la evaporación para chocar con cristalitos de hielo que se han generado en capas más altas de la nube y que descienden por la gravedad). Así se termina generando un campo eléctrico que solo “obtendrá” el equilibrio cuando se produzca una transferencia de carga eléctrica (nuestro relámpago).

Este mecanismo esta bastante estudiado (y comprendido) en las tormentas ordinarias, pero cuando nos enfrentamos a estos relámpagos de origen volcánico, la cosa no esta tan clara.

 

Volcán Calbuco (Abril 2015). Fuente: ATP

Volcán Calbuco (Abril 2015). Fuente: ATP

Podemos pensar que justo después de una erupción el aire extremadamente caliente y los gases expulsados por el volcán chocan con la atmósfera (mucho más fría), este proceso ya puede generar esa disociación eléctrica que apuntábamos antes (fricción y colisión entre moléculas) y acabar en la generación de relámpagos. Parece ser que estos serían relámpagos “ordenados” que seguirían la estructura “ramificada” de los relámpagos asociados a tormentas “normales”.

Este tipo de relámpagos son observables a simple vista solamente en las grandes erupciones volcánicas ya que en erupciones de menor intensidad la presencia de ceniza y “obscuros” nubarrones impide su visión (aunque por lo visto son detectables con el equipo adecuado).

Pero gracias a recientes estudios y mediciones (no siempre fáciles por la simple estructura de un fenómeno poco predecible y en general de difícil acceso), se han llegado a establecer algunas teorías o hipótesis que apuntan a fenómenos mucho más peculiares (la posibilidad de que se produzcan distintos tipos de relámpagos en el seno de estos pyrocúmulos volcánicos es real).

Así algunas teorías sostienen que en una erupción volcánica se lanzan a la atmósfera una especia de “burbujas” de magma o de cenizas y rocas volcánicas que están cargadas eléctricamente (en ocasiones parece que pueden llevar una gran cantidad de carga). En este caso se trata de interacciones eléctricas bastante caóticas, relámpagos “desordenados” y “chispazos” que se desparraman cerca del cráter del volcán.

También se esta intentado analizar las interacciones entre el agua y el magma del pyrocúmulo, así como el contraste térmico interno de esta nube y la diferencia de temperatura con la atmósfera circundante

Además hay algunas hipótesis sugieren que las partículas de ceniza chocan entre si y se cargan a través de un roce “triboeléctrico” generando esa diferencia de potencial que puede terminar generado el relámpago. Parece ser que las descargas eléctricas que se originan en las tormentas de arena pueden estar justificadas también por este tipo de efecto.

Volcán Calbuco (Abril 2015). Fuente: ATP

Volcán Calbuco (Abril 2015). Fuente: ATP

LINK RECOMENDADOS:

1) RAYOS VOLCÁNICOS (Smithsonian.com)

2) RAYOS VOLCÁNICOS ¿COMO FUNCIONAN? (Discovery.com)

3) «DESDE EL INFIERNO» IMPACTANTES POSTALES DEL CALBUCO (nuestroclima.com)