Estos son los “curiosos” cielos fotografiados por MIKE LERCH en Phoenix el pasado 2 de junio poco después del amanecer. Lerch pensó que se podría tratar de los restos de humo producidos por el lanzamiento de un cohete, pero pronto comprendió que se estas “nubes” tan especiales eran más bien el recuerdo que dejó en los cielos de Arizona la explosión de asteroide al impactar contra nuestra atmósfera.
Sobre este suceso aún no se sabe demasiado. Tuvo lugar sobre las 4 PM del 2 de junio y parece ser que se trataba de un asteroide de unos 3 metros de diámetros, de varias decenas de toneladas de peso y que exploto contra nuestra atmósfera con una energía cinética de unos 10 kilotones.
La explosión sacudió las capas bajas de la atmósfera y produjo un destello de luz 10 veces más brillante que la luna llena. De hecho durante unos segundos de hizo de día en Sedona (Arizona), tal y como nos muestra la secuencia de fotos tomada por MARSHA ADAMS en el antes, el durante y el después de la explosión. La cámara estaba orientada al NE y no capta la explosión del asteroide, pero si el intenso “flash” originado en la misma. Adams destaca la marcada sombra proyectada por el asteroide y los colores tan intensos del paisaje.
La NASA estima que esta “roca” llega desde más allá de la órbita de Marte y desde que está en marcha el proyecto “NASA´s All Sky Fireball Network” se trata de la “bola de fuego” (Sky Fireball) más brillante detectada en los 8 años de vida de este proyecto. El “NASA´s All Sky Fireball Network” consiste en una serie de cámaras que vigilan la actividad de los meteoritos que llegan a Estados Unidos, concretamente existen 15 cámaras (6 rondan el norte de Alabama y Georgia, 4 se centran al sureste de los Grandes Lagos y las cinco restantes se reparten por Nuevo México y Arizona), pero aunque Arizona estaba “cubierta”, la explosión ha sido tan intensa que ha cegado la mayoría de las cámaras, lo que complica el análisis de este suceso. No haya reporte de daños, tan solo registros de mucha luminosidad y de estampidos sónicos, aunque al menos nos quedan las imágenes de esas nubes que una vez fueron un asteroide.